Jueves 24-5-12 (Almassora)

El jueves día 24 de Mayo fue el turno de los toros de Gavira y de Ana Romero. Llegaba otro día más el cambio de encaste, ya que como en la gran mayoría de las ganaderías, en Almassora también predomina el encaste Domecq. Ayer, además del Domecq, fue el turno de un Veragua y hoy el de un Santacoloma.
El de Gavira, bajo, bien hecho y armónico –precioso el toro-, realizó una faena como las que le gustaría a las figuras del toreo, con nobleza y clase, pero le faltó casta. Para que un toro se defienda en la calle hace falta que esté encastado y tenga un poco más de motor. Como ocurrió ayer en la Plaza de la Picaora, al toro noble se lo comen con patatas. Está claro que el toro era “un caramelo”, pero no es menos cierto que con un poco más de pausa las arrancadas hubiesen sido mejores. Pero cuando sale un toro así los “depredadores” de toros aparecen como moscas y no dejan ni respirar al toro. Cuando salen toros como el Sorando del domingo a mediodía o el de la Campana, los rodadores “están fumando”. Por la noche el toro correteó por las calles sin hacer demasiado caso, hasta que volvió a la Picaora y realizó buenas arrancadas, con alegría y clase, ya que entre una y otra pasaba cierto tiempo y el toro lo agradeció, como seguramente hubiese hecho por la tarde.

El de Ana Romero no pudimos verlo. Salió como acalambrado, cayó al suelo y se lastimó. Tras levantarse pareció incluso que estaba descoordinado, recuperándose al poco tiempo, aunque siempre fue quejándose y apoyando mal la mano derecha, donde se le podía ver una herida. Lástima y mala suerte la de las peñas patrocinadoras, porque en la calle San Joaquín dió alguna muestra de que hubiese podido ser un buen toro, pero el animal estaba lastimado y no podía acudir a los cites.
Por la noche las peñas que patrocinaron el Gavira tuvieron a bien cambiar el orden de las emboladas para que el Ana Romero tuviese un poco más de tiempo para descansar e intentar que se recuperara. Pero no fue así. El toro seguía doliéndose y no salió de la Plaza Mayor, siendo encerrado al poco tiempo de la embolada.

 Igual que se comenta lo que no está bien, también tenemos que decir lo que está bien hecho. Y ayer, volvió la cordura y los toros se encerraron a su debido tiempo, después del horario acordado y sin prisas.

Cronica: J.L.
Fotos: Eric Sanchez