Regresaba Andy Cartagena a los ruedos tras ocho meses en el dique seco y dos fueron los trofeos que cortó a base de empuje y emoción. Se encontró el de Benidorm a un toro algo más parado que el anterior al que le propinó una buena dosis de entrega y efectismo. Lo más destacable que firmó el rejoneador fue un galope a dos pistas en banderillas. Acierto pleno con el rejón de muerte y dos orejas algo generosas. 
Le llegó el turno a Sergio Galán que quiso aprovechar su oportunidad para demostrar lo que lleva dentro tras la actuación de Cartagena. Paró con serios apuros a un toro que no cesó de tocarle en la cabalgadura. Fue la de Sergio Galán una actuación irregular, intercalando grandes momentos con algún desacierto que otro. No obstante, no perdió el gusto y la torería, ante un astado que se vino claramente a menos. Falló con el rejón de muerte y su actuación se premió con palmas. Cuarto de la tarde para Joao Moura hijo que recibió al toro de Los Espartales con temple pero con frialdad. Monta clásica, dos buenos pares de quiebros y una trabajada mezcla con sobriedad y con detalles más efectistas que calentaron el ánimo del tendido, sin conseguirlo en su totalidad. Desacierto a la hora de matar. Ovación.
Noelia Mota mostró su doma en Castellón. El quinto de los Espartelas no sirvió para nada más que eso. Frío y abanto de salida, el mulato poco quiso ayudar en el primer tercio a la rejoneadora, que puso la grupa a disposición de los tocados pitones del toro. Lo más vistoso para el gentío de la Plana brotó en el tercio de banderillas, donde pudo observar una pizca de armonía entre burel y caballo, equino y bravo. Cuando la plaza comenzaba a responder le llegó a Mota la hora de cerrar su actuación. Si mostró poco el toro en el primer tercio de lidia, nada ayudó en el último. Mató al tercer intento, y eso provocó que Noelia Mota se quedara con eso, con la exhibición de los caballos en el arranque de temporda. A lo que sumará en el recuerdo la vuelta al ruedo.
Cerró el festejo ecuestre Manzanares, y lo hizo mostrando el carácter clásico que le quiere dar a sus interpretaciones. El último de los murubes poco quiso saber de las monturas que lució el rejoneador alicantino. Torería atacada, así se puede definir la actuación el segundo de los tercios de Manuel Manzanares, clavó banderrillas con el concepto que lleva en mente, eso sí algo acelerado para la pasividad del toro. Culminó con tres quiebros en la misma cara del de los Espartales el segundo terció. Esa eficacia que tuvo culminando su actución en banderillas, no la consiguió con el rejón de muerte. Dos pinchazos y un rejonazo hondo terminaron con el festejo de rejones, y para la actuación de Manzanares. Obteniendo éste saludos en su actuación.
Cronica:Burladero.com(Juan Carlos Garcia)
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