La faena de la tarde y de lo que llevamos de feria la firmó Aguilar en el sexto, un gran toro de La Quinta al que hilvanó primero una serie con la derecha de trazo adormecido y luego dos con la zurda de mucho mando y lento trazo. El presidente de manera caprichosa le cerró la Puerta Grande, pero esta actuación debe valer al madrileño para afrontar con moral renovada el resto de la temporada. No hubo manifestación desde el tendido tras pasaportar Aguilar el tercero, toro con posibilidades al que el madrileño buscó siempre el pitón contrario en una faena más vibrante que asentada.
José Calvo ha cortado la primera oreja festejo al cuarto astado de la tarde, un animal muy en tipo santacolomeño que resultó válido y tuvo condiciones en el último tercio. Calvo le planteó una faena de menos a más, algo desigual en su inicio pero que contó en su parte final con dos series de gran expresión con la mano derecha. Antes sorteó por delante un animal de aspecto asaltillado, que embistió siempre al paso, se distrajo entre pase y pase, resultó complicado y desarrolló sentido.
El segundo, espectacular de salida, derribó con estrépito en varas. Tomás Sánchez se acopló con él en la primera parte de una labor desarrollada íntegramente por el pitón derecho, que decreció cuando el toro comenzó a desarrollar sentido. El quinto fue otro toro que llegó parado y distraido al último tercio con el que el valenciano hubo de sobreponerse con coraje y entrega a las dificultades planteadas por el ejemplar de Martínez Conradi. Saludó una fuerte ovación después de una estocada casi entera.
Informa: Mundotoro
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