Cronica de Carlos Ilián:
La carrera que protagonizaron los toros de Fuente Ymbro en el encierro fue de las que hacen época. Auténticas flechas por Santo Domingo, Mercaderes, Estafeta y Telefónica. Cualquiera pensaría que esos bólidos con pitones desarrollarían en el ruedo un juego emocionante, de mucha potencia. No, todo lo contrario, la corrida tuvo muy poquita fuerza y esta circunstancia pesó como una loza en el juego de los toros. La buenísima clase demostrada por los de Fuente Ymbro se vió contrarrestada por una debilidad que fue minando el recorrido de las embestidas.
En esta situación había que medir mucho las faenas y saber administrar las fuerzas escasas de los toros. Y fue César Jiménez quien mejor supo calibrar las posibilidades de sus toros. En su primera faena estuvo impecable en el toreo al natural y en una serie magnífica sobre la derecha al final. Solo un horroroso bajonazo le privó de la oreja que ya tenía en el talego. Y mejor estuvo en el quinto, un toro que comenzó defendiéndose y quedándose corto. César lo midio perfectamente y poco a poco fue encontrando el sitio y el ritmo de la faena para finalizar en un tono alto, en series sobre ambas manos sin una arruga en la muleta. Ah, y ¡cargando la suerte!, eso que ahora algunos han tirado por el desagüe. esta vez y a pesar de que la estocada quedó en el rincón le dieron a oreja.
Iván Fandiño, la revelación de San Isidro, se plantó muy firme ante su primer toro al que ligó sin tomarse ni una sola ventaja, por encima de un toro que tenía tanta bondad como poquísima fuerza. Antes había tenido el detalle de recibir casi a portagayola al toro con una gaoneras angustiosas. se vé que Fandiño va por todas y así pudo cortar la oreja de ese ejemplar. En el sexto, el único manso de la corrida, luchó a brazo partido para cuajar muletazos desiguales en el querencia del animal.
Antonio Ferrera se empleó con tanto ardor como poca fortuna en dos faenas de bajo perfil donde no apareció ni un detalle de cierta entidad.
Antonio Ferrera
Cesar Jimenez
Ivan Fandiño
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