El Jueves, debido a las lesiones que sufrieron dos de los toros, no fue un buen día.
En primer lugar se exhibió un toro muy grande de “Dolores Aguirre”, que fiel a su encaste, salió abanto y se dedicó a corretear por las calles. Terminó refugiado en una esquina donde algunos “juguetearon” con él, haciéndole pegar insistentemente en los barrotes hasta que terminó agotado. “Bonita” forma de divertirse.
A continuación salió por la puerta de chiqueros un toro de “Torrealta” muy bien presentado, algo incierto y reservón y que nunca terminó de entregarse. Y menos desde que se lastimó en una mano, quedando mermado para la lidia.
Y el último de la tarde fue el de “Toros de El Torero”, que también tuvo la desgracia de lastimarse en una pezuña de una mano. Aún así, mientras pudo demostró su bravura con buenas arrancadas en la Picaora.
Por la noche nada que destacar, sobre todo por las lesiones que padecían los toros de Torrealta y Toros de El Torero, y que simplemente cumplieron el trámite de ser embolados.
texto: J.L.
Fotos: Eric Sanchez